jueves, 29 de marzo de 2012

TLC PARA LOS PEQUEÑOS PRODUCTORES

EL TLC PARA LOS PEQUEÑOS PRODUCTORES


En Colombia más de 3,4 millones de personas se encuentran asociadas con la economía de pequeña escala, lo que incluye campesinos, indígenas y afrodescendientes que dependen de fincas donde cultivan en promedio 2,9 hectáreas con escasa tecnificación, reducidos activos productivos,
precarias vías de acceso y casi nulo apoyo estatal. Estos son al menos 738 mil hogares que están dedicados mayoritariamente a la producción de alimentos de la canasta básica. No obstante las precarias condiciones de producción y de acceso al mercado, están a cargo de abastecer el
40% de los alimentos que se consumen en el país. Para la capital del país, Bogotá, abastecen el 67% de la canasta alimentaria de los ciudadanos.



                                                        

Los cálculos más prudentes indican que en los primeros años de su entrada en vigor, el TLC ocasionaría que cerca de 485.000 de estos hogares, esto es más de dos millones de personas, redujeran sus ingresos asociados a actividades agropecuarias, debido a que se afectaría de manera casi inmediata el 28% de los cultivos de los pequeños productores y se
inviabilizaría gran parte de su actividad pecuaria.
Los ingresos de la economía campesina también se verían afectados por la pérdida de empleos de quienes trabajan como jornaleros en otras fincas para complementar los ingresos de sus hogares. Se trata de trabajos precarios en los que devengan US $3,9 al día, sin contrato escrito, ni seguridad
social. El actual TLC destruiría por lo menos el 20% de estos empleos.
Esto significa 15 mil empleos menos para hogares campesinos.
El balance es negativo no solo para los pequeños productores, sino para el sector agropecuario como un todo. El valor de la producción agropecuaria total se reduciría en más de US $218 millones anuales en los primeros 6 años del tratado, lo que significa una reducción del 15% del área cosechada, equivalente a 200 mil hectáreas.
La aprobación del actual TLC agudizaría el efecto de las políticas actuales y los problemas estructurales de la economía colombiana, en la que los pequeños productores no han sido considerados como actores del desarrollo rural. Como es bien sabido, en Colombia las condiciones de exclusión y de pobreza en el campo son causa y combustible de la economía ilegal y del conflicto armado: la oportunidad de recibir un ingreso (o incluso sólo el pago de la alimentación diaria) y de obtener poder, son los principales incentivos que mencionan los jóvenes rurales que se vinculan a los grupos armados y a las actividades asociadas a los cultivos ilícitos.
Esto último, con serias implicaciones para EEUU en la lucha contra la producción, comercialización y consumo de drogas.
En resumen, la relación costo-beneficio del actual TLC para el sector agropecuario colombiano es negativa y ello tendrá repercusiones en la agricultura de pequeña escala y en el resto de la sociedad colombiana. Generará inestabilidad social y pérdida de bienestar general, incluyendo dependencia alimentaria al abandonar el cultivo de los productos que componen la dieta básica de la población.

La población rural de Colombia es de once millones de habitantes, casi un ¼ de la población total1; un poco más de seis de cada diez de estos habitantes se encuentran por debajo de la línea de pobreza.
La distribución de la tierra en Colombia es altamente inequitativa. Cálculos recientes estiman que el 0,5% de los propietarios, poseen el 60% de la tierra.

Los pequeños productores (campesinos, comunidades indígenas y afrodescendientes) constituyen la mayoría de los productores del país (87%), pero participan solo con el 57% del área sembrada en el país (2,1 millones de hectáreas). Ellos contribuyen con el 41% del PIB agrícola y cultivan en promedio 2,9 hectáreas.
La economía campesina produce alrededor del 40% de los productos de la canasta básica alimentaria consumida en el país14. Esto indica que son actores fundamentales en el abastecimiento del mercado alimentario nacional, el cual representa el 17% del PIB.

La población rural es la más afectada por el conflicto armado. Sólo en los primeros 6 meses del 2008 habían sido desplazadas más de 270.000 personas, un nivel record de los últimos 20 años. Además del conflicto armado, el desplazamiento también se produce cuando compañías o personas contratan servicios de “seguridad privada” para implementar proyectos económicos o megaproyectos.
La pobreza y la desigualdad son causa y combustible del conflicto armado y de la economía ilegal: la oportunidad de recibir un ingreso (o incluso de recibir alimentos como parte de pago), y obtener
poder, son los principales incentivos que los jóvenes citan en las zonas rurales como la causa para involucrarse a grupos armados y en actividades asociadas a los cultivos ilícitos.

Los pequeños productores derivan sus ingresos de dos fuentes: las ganancias que perciben como resultado de las labores agropecuarias en sus tierras26 y el pago que obtienen cuando se emplean como jornaleros en otras fincas, donde reciben ingresos extremadamente bajos, sin contratación escrita, ni seguridad social.

El actual TLC afectaría al 28% de los cultivos de la economía campesina; este mismo porcentaje de hogares campesinos vería reducido sus ingresos.

El estudio Impactos del TLC sobre la agricultura familiar y políticas compensatorias. Caso Colombia, elaborado por el BID, FAO y CEDE, realiza una simulación de los impactos sobre el ingreso agrícola, el consumo y el ingreso salarial agrícola. Centra su análisis en los 12 cultivos más
importantes asociados a la economía campesina.
Cinco de éstos son productos importables, de los cuales cebada, fríjol, maíz y trigo, arrojan como resultado una reducción en el precio entre 13% y 45% al quinto año de firma del acuerdo.
La yuca, papa y caña panelera, son productos no transables. El estudio prevé que éstos no se verán afectado, sin embargo  esta afirmación debe tomarse con precaución, porque a pesar de no enfrentar el riesgo de inundación de importaciones de EEUU, si pueden tener el riesgo de ver reducida su demanda interna debido a los cambio en los precios relativos que conlleva el nuevo acuerdo comercial, en el sentido de que pueden ser sustituidos por productos que llegan más baratos de EEUU.

              


Los datos del arroz fueron calculados a partir de los resultados que obtiene Garay et. al. en ‘La negociación agropecuaria en el TLC -alcances y consecuencias’ (2006), según el cual se prevé que el proceso de ajuste al que se verá obligado el sector afectará en mayor medida a los productores campesinos, esto es a los productores de arroz secano manual, el cual responde por el 40% de la producción nacional. De acuerdo con el mismo estudio, el TLC tendría un impacto negativo en el largo plazo equivalente a una reducción del 12% en la producción, área sembrada, empleo e ingresos laborales.

Carne de cerdo: Asoporcicultores estima que el sector informal (asociado a la economía campesina) desaparecerá como actividad productiva debido al TLC, la cual aporta actualmente el 43% del sacrificio total del país. Lo que daría lugar a la pérdida de aproximadamente 39 mil empleos30.
Leche: Suárez, afirma que este sector involucra muchísimos pequeños y medianos productores toda vez que la mitad de los 450 mil hatos tienen menos de 10 cabezas y en el caso de los lactosueros (base para la conversión de leche en polvo a leche líquida industrial) se negoció liberalización completa desde el año. Esta liberación inmediata unida a la reciente normatividad
sanitaria (funcional al TLC) para la producción y comercialización de leche puede deprimir considerablemente los ingresos de los hogares campesinos.
Carne de pollo: Garay et. al., calcula que en el largo plazo este sector correrá serios riesgos. En el escenario más conservador se trataría de una reducción del 34% en la producción, el empleo y los ingresos laborales. La participación de la economía campesina en la cría de aves de engorde es significativa: el 35% de los productores (de acuerdo con el censo avícola industrial de 2002) y el 20% de la producción de carne de pollo.
Frutas y hortalizas: Los resultados del
 del BID, FAO y CEDE para este sector en cuanto a la inexistencia de efectos negativos para la economía campesina, contrasta con otros estudios e incluso con las declaraciones de la agencia de
los EEUU que admite que el sector será beneficioso para los EEUU en términos de acceso al mercado colombiano.
Otro impacto cuantificado por el estudio BID, FAO y CEDE corresponde a la pérdida de empleos en el sector agrícola empresarial, donde algunos miembros de hogares campesinos se emplean como jornaleros. Se trata de cerca del 5% de la población que tiene empleo (78 mil personas) y que aportan el 6,3% del ingreso de los hogares.
El estudio concluye que como resultado de la modificación en las condiciones comerciales del Tratado, se perdería el 19,8% de los empleos asociados a la economía  agrícola empresarial. Esto significa que 15.469 de los jornaleros perderían su trabajo, con los consecuentes impactos en los ingresos y nivel de vida de sus hogares.

A corto plazo se prevén pérdidas para el país ante la importación de bienes agrícolas de EEUU, en el valor de la producción, el área sembrada y el empleo generado en el caso de los cultivos de maíz amarillo, maíz blanco, sorgo, soya, fríjol y trigo, productos en los que caería anualmente el excedente del productor en un 15% de
 valor actual de producción, e igual porcentaje en ingresos laborales.
De estos, el maíz, el trigo y el fríjol constituyen cultivos predominantemente campesinos que en conjunto representan poco más del 20% del área dedicada a cultivos asociados a la economía campesina, lo que deja entrever los efectos devastadores del TLC para el segmento más débil del sector.
En el largo plazo se presentarían también efectos negativos sobre la producción interna de arroz (con pérdidas del 12% en excedente del productor e ingresos laborales); carne de pollo (pérdida del 34%, en el escenario más conservador) y aceite de palma (pérdida de 8% en excedente y
19% en ingresos laborales).
En el corto plazo, habría efectos positivos sobre el valor de la producción de azúcar, etanol y tabaco (ganancia anual del 1% en el excedente del productor y 3% en el empleo y el área cultivada en el caso del tabaco).
En el largo plazo se presentarían ganancias importantes en el sector lácteo y el tabacalero, así como en los sectores de carne de bovino, frutas y hortalizas, si EEUU eliminara restricciones sanitarias y fitosanitarias injustificadas y si se avanzara en el país en términos de empaque, calidad, estándares sanitarios, etc.
Además pueden crearse oportunidades importantes para las exportaciones de agrocombustibles.

El balance es negativo no solo para los pequeños productores, sino para el sector agropecuario como un todo. El valor de la producción agropecuaria total se reduciría en más de US $218 millones anuales en los primeros 6 años del tratado, lo que significa  reducción del 15% del área cosechada, equivalente a 200 mil hectáreas.
De acuerdo con Garay et. al.: “En lo negociado en el capítulo agrícola del TLC, en términos de los efectos sobre los productores, los trabajadores, los consumidores y el recaudo aduanero, se encuentra que a corto plazo las pérdidas netas en producción y empleo, sumadas a los menores aranceles recaudados no podrían ser compensados con la mejora en el bienestar de los consumidores, generándose un balance neto negativo por valor anual de $357 mil millones
(pesos del 2005) (US $153 millones), equivalente al 0,13% del PIB”.
Según los mismos autores, los mayores efectos negativos sobre la producción a largo plazo incrementarían aún más el desbalance, pues el aumento en el bienestar de los consumidores no sería suficiente para contrarrestar dichos efectos.

El impacto negativo del TLC en el sector agropecuario obedece a que la negociación no reconoció las asimetrías entre las capacidades de Colombia y de EEUU, para competir en el mercado y, además, a que la negociación fue muy desigual, como se detalla a continuación:

La negociación agropecuaria del TLC no consideró que el punto de partida de los países era extremadamente desigual, en aspectos fundamentales como la política agropecuaria, la sensibilidad del sector en términos de la estabilidad política, económica y social, la situación de seguridad alimentaria y la capacidad de competir en el mercado.

                
La política agropecuaria analizada a partir del presupuesto del sector y los apoyos estatales para la producción agrícola es definitivamente disímil. A pesar de que la economía estadounidense es 7 veces superior a la colombiana (en términos de PIB per cápita), el presupuesto agrícola es 222 veces superior y los apoyos estatales para la producción son 62 veces superiores.
Tales ayudas internas permiten a los productores estadounidenses vender sus cosechas a precios por debajo de los costos de producción (práctica conocida como dumping).

Algunos argumentan que la entrada de productos subsidiados permitiría el consumo de bienes más baratos para los hogares en beneficio de los consumidores, y permitiría al sector agrícola enfocar sus esfuerzos en productos en los que es más competitivo en el exterior, con el objeto de
generar excedentes exportables (Fenalce, 2004). Por lo menos cuatro argumentos controvierten esta posición.
Primero, estudios nacionales y experiencias internacionales38 han mostrado que la transmisión de precios no funciona, y por tanto, las reducciones en los precios de materias primas no se transfieren al consumidor final.
       
      
      
Segundo, la reconversión y reasignación de recursos productivos enfrenta enormes dificultades en países como Colombia especialmente por los escasos niveles de inversión, la incertidumbre cambiaria, el bajo grado de movilidad de recursos, las altas tasas de intermediación financiera y el escaso desarrollo del sector financiero, especialmente en lo que toca al acceso al crédito de los pequeños productores y en general en el sector rural.
Tercero, la demanda de productos tropicales en los mercados internacionales no garantiza el tamaño del mercado necesario para volcar la actividad agrícola hacia ellos. Y cuarto, abandonar estos cultivos implica un enorme sacrificio para la seguridad alimentara del país.
Los dos países son disímiles también en términos de la importancia relativa del sector agropecuario: mientras que para Estados Unidos sólo 2 de cada 100 empleos corresponden al sector agrícola, en el caso de Colombia se trata de 20 de cada 100 lo que evidencia la alta sensibilidad y enorme impacto social que puede generar la desestabilización del sector.
Además, en Colombia la población rural vinculada a la economía campesina es muy vulnerable frente a la presión de los cultivos ilícitos y el reclutamiento de los grupos al margen de la ley39.
En términos de seguridad alimentaria, Colombia presenta un nivel de desnutrición superior al 10% de la población, mientras que para Estados Unidos es inferior al 2,5%. La dependencia alimentaria (peso de las importaciones sobre la disponibilidad de alimentos) de Colombia es alta y creciente
en productos básicos de la canasta alimentaria como los granos y cereales (en 2001 había llegado al 0,46) y oleaginosas (0,35). En cuanto al suministro de energía alimentaria, medido por las kilocalorías que consume una persona en promedio por día, Colombia se encuentra por debajo
del rango mínimo de consumo requerido (2.600-2.950 Kcal/día establecido por la FAO)40, mientras que Estados Unidos alcanza las 3.760.
Con respecto a la capacidad de competir medida a través de la infraestructura vial en su tamaño y calidad y la disponibilidad de energía, muestra un enorme rezago para Colombia, situación que también se evidencia en la brecha entre el valor agregado que aporta un trabajador del sector en EEUU frente a un trabajador en Colombia.

En la negociación agropecuaria del TLC Colombia - EEUU no se tuvieron en cuenta ni la lucha que adelanta el país contra el narcotráfico, ni el conflicto interno, ni la importancia del campo colombiano para la estabilidad política, económica y social del país, ni el derecho del país a proteger su sistema agrario por motivos de seguridad alimentaria. Se adelantó exclusivamente
desde el punto de vista comercial, dando como resultado la negación por parte de EEUU de las propuestas de Colombia en cuanto a: i) una salvaguardia especial agropecuaria de precios, ii) una salvaguardia de cantidad para los productos ultrasensibles durante la vigencia del Tratado, iii) eliminación de los subsidios inherentes a los créditos, garantías, seguros de crédito a la exportación; iv) recursos para el fondo de compensación y reconversión, v) un comité agropecuario con funciones más allá de la supervisión y monitoreo.
Colombia quedará en una extrema situación de vulnerabilidad, sin herramientas que le permitan protegerse de cambios repentinos en las políticas internas de EEUU. Además, “no fue posible incluir en el Tratado un mecanismo sustituto del sistema de franjas de precios, como hubieran sido las medidas de salvaguardia de precios con vigencia durante la permanencia del Tratado o hasta que las ayudas internas distorsionantes de la producción y el comercio sean eliminadas en la OMC” (Garay et al, 2006).
Tampoco “se incluyó una cláusula que permitiera revisar el programa de desgravación en el caso de que los Estados Unidos decidieran aumentar los niveles de las ayudas internas que actualmente
otorgan a sus bienes agropecuarios” (Garay et al, 2006).

Finalmente, en cuanto a la participación de la sociedad civil y las comunidades, el TLC con EEUU presentó serios vacíos.
En TLC no fue consultado ampliamente con las comunidades, a pesar de que el Convenio 169 de la OIT obliga al gobierno colombiano a consultar con las comunidades indígenas las decisiones que afecten su territorio.



         Aída Pesquera y Adriana Rodríguez

PRODUCCION PECUARIA EN COLOMBIA


 PRODUCCION PECUARIA EN COLOMBIA

En Colombia, tradicionalmente se han considerado dos tipos de bovinos: de carne y de leche. Sin embargo hay un tercer tipo que ha tomado mucho auge, no solo aquí, sino también en la mayoría de países tropicales, debido a las necesidades económicas, culturales, sociales y es el ganado de Doble Utilidad, aquel tipo de ganado que produce carne y leche simultáneamente.
                         
             


La producción de cerdo está dirigida a entender el consumo domestico y existe un pequeño exceso de demanda que es suplido con importaciones. La participación regional en la producción de carne de cerdo la lidera Antioquia con el 35%seguida por el distrito Capital(26%), siendo a su vez las zonas con el consumo más importante del país.


En el caso de la ganadería bovina, los factores que actúan como un todo son los socioeconómicos y agroecológicos. Los productores en la búsqueda de maximización de sus ingresos, venden el producto; a partir de estas salidas del sistema, el ganadero crea una base de infraestructura y de recursos económicos y bióticos que permiten alcanzar su objetivo. Por eso, la clasificación de sistemas de producción es realizada con el criterio del producto que sale a la venta. Teniendo en cuenta lo anterior, se puede decir que la ganadería bovina está representa da por tres grandes sistemas de producción: El sistema de producción de leche, el sistema de  Producción de carne y el sistema de producción de doble propósito.
En su origen la ganadería bovina de Colombia se caracterizó por el doble propósito de sus animales, los cuales llegaron al país sin selección previa que les orientara hacia carne o hacia leche generando de manera indiscriminada estos productos a la población humana. Posteriormente la importación de razas selectas al país, incrementó la variabilidad genética y propició la mejora del ganado con orientación a sistemas de producción especializados. Es decir, de una ganadería de doble utilidad, bajo la influencia de una tecnología foránea, que fomentaba un cruzamiento de tipo absorbente, inició la desaparición de las razas criollas originando las ganaderías de carne o leche especializada, bajo estímulos socioeconómicos.
En la ganadería de leche, situada en altiplanos de clima frío de la región andina, la adaptación de
razas especializadas, fue un proceso relativamente fácil, imponiéndose las razas de origen europeo. En el piso térmico cálido las razas cebuinas realizaron un papel parecido, absorbiendo los ganados criollos existentes. Por su parte en el piso térmico medio predominó la persistencia del ganado criollo y de cruces indiscriminados,  dadas  las dificultades de adaptación. A nivel nacional como resultado de este proceso, aparecieron las cuencas lecheras de los altiplanos andinos, la ganadería de carne con sus diversas actividades tecnológicas (cría y/o levante y/o ceba) en las zonas de trópico, y la persistencia de la ganadería de doble propósito, con características específicas, en los climas medios del país. Sin embargo se encuentran en cuencas lecheras sistemas en donde se ordeñan las vacas, se crías y levantas los terneros y se envían al matadero los novillos. ( Es el caso de Nariño, Boyacá, Cauca y Tolima, entre otros). El sistema de producción de carne, dadas las características agroecológicas y socioeconómicas (traducido en limitaciones económicas) se mantuvo en un subdesarrollo que tuvo como consecuencia la aparición de los ciclos ganaderos de venta y retención de vientres. En razón de lo anterior, la producción de leche generó una alternativa económica que generó el regreso del sistema de producción de carne hacia el sistema de producción de doble propósito. En términos generales se diferencian tres periodos de desarrollo en la actividad ganadera. La cría que inicia desde el nacimiento hasta el año de edad, incluida en esta etapa el destete periodo que hace referencia al momento de retirar la cría de la madre para dejar de tomar leche y generalmente ocurre a los nueve meses de edad, pero dependiendo del tipo de manejo puede ocurrir antes. El periodo de levante va desde los doce meses a los dos años de edad, es un periodo de crecimiento y formación y por último el periodo de ceba o engorde de los animales que va de los dos años hasta dar el peso óptimo generalmente a los tres años. Estos periodos varían de acuerdo al tipo de manejo y ganado utilizado.


Producción porcina
Dentro del mercado mundial de carne de cerdo, Colombia ocupa el puesto 49 representado solo el 0.1% de la producción mundial y el puesto 9 en el hemisferio americano con una participación del 0.7%.
El 14.7% del producto interno bruto en Colombia está representado por la actividad agropecuaria, de la cual el 5.4% corresponde a la porcicultura.

                

 Actividad avicola
 En términos de la producción avícola nacional solo el sistema de producción intensivo se encuentra bien diferenciado como patrón establecido y por esta razón las estadísticas agropecuarias disponibles se ocupan esencialmente del sistema que varias décadas atrás se instaló en “patios o solares” para producir huevo y carne con aves e insumos en su mayoría importados. Luego se constituyeron granjas y ahora se consolidó una industria pecuaria en varias regiones del país con desarrollo en muchos campos industriales que se consideran de soporte tecnológico como es el caso de la cadena de alimentos balanceados, biológicos y equipo principalmente.

                          
la avicultura se constituya en el sector mas dinámico dentro de las actividades pecuarias en las tres últimas décadas. Por ejemplo, la producción de carne bovina se incrementó a una tasa anual del 1,4%, la porcicultura al 2,1% y la avicultura en 11,6 % para carne de pollo y 7,5% en producción de huevo (Balcázar, Vargas y Orozco, 1998).
En Colombia, dentro de la estructura general de costos de la producción de pollo y huevo, el alimento tiene el mayor peso y representa, aproximadamente, el 60 -65% y el pollito 15-20%, siendo que estas proporciones pueden resultar variables si el avicultor obtiene o no beneficios económicos de alguna integración (incubación y/o alimento) o si el alimento tiene intermediación comercial; pero sin duda alguna, la actividad de producir integradamente, tanto huevo como pollo, permite reducir los costos.





UNIVERSIDAD NACIONAL. LA PRODUCCIÓN AVÍCOLA EN COLOMBIA. Connotaciones








ESPECIE PROMISORIA


 Cuando se habla de una especie promisoria se hace referencia a una especie nativa  en estado silvestre o semi-silvestre  o que no se encuentra extensivamente domesticada y que además esté  subutilizada o poco conocida   pero con unas  grandes potencialidades en diferentes campos como la ecología, la conservación del medio ambiente o que pueda representar un potencial económico a corto, mediano o largo  plazo  para un país o región de manera particular o para la humanidad en general.
 
Para que una especie sea considerada como promisoria se debe contar con información  básica que puede ser derivada de   conocimiento empírico proveniente de  comunidades tradicionales campesinas,  comunidades indígenas o de investigaciones realizadas in centros académicos públicos o privados.
El tema de las especies promisorias se ha convertido en los países de la región andina en un parámetro sobresaliente de investigación en campos como los de la Biología, la Química y la industria, esto debido a las tendencias mundiales que buscan volver a los productos de origen natural y al aprovechamiento de la flora y fauna nativas de forma sostenible.
la definición más acertada la da el Convenio Andrés Bello el cual dice que el término hace alusión a todas aquellas especies animales o vegetales con un alto potencial de aprovechamiento industrial, que no tienen un desarrollo comercial a gran escala. Esto agrupa a especies nativas que pueden tener una amplia diversidad de usos industriales  como sustitutos de materias primas o de productos terminados, pero de las cuales no existe un amplio desarrollo en domesticación de cultivos, formas de procesamiento industriales y mercados de comercialización.
En Colombia el término se ha hecho popular entre las facultades de ciencias básicas de diferentes universidades que han centrado sus desarrollos en los estudios de la flora y fauna nacional, sin embargo son pocas las verdaderas innovaciones al respecto del tema.
Es común ver en ferias de ciencia universitarias y en ámbitos académicos trabajos sobre las propiedades químicas del Michú o Chambimbe (Sapindus Saponaria),  de las bondades alimenticias del Chachafruto o Balú (Erythrina edulis), o de las ventajas de la harina de Quinua (Chenopodium quinoa) esto por citar algunos ejemplos. SIn embargo, no se aprecia un real impacto de estos productos en la industria nacional, a pesar de los innumerables estudios que reposan en las bibliotecas y anaqueles al respecto.

El valor de las especies promisorias .  Ing. Néstor Cordero Sáenz











BUENAS PRÁCTICAS AGRICOLAS

Son practicas tendientes a generar, mantener y fortalecer la confianza entre todos, como productores y consumidores que somos al mismo tiempo, a producir con calidad y seguridad lo que otros requieren de uno y a la vez, lo que uno requiere de los otros.
Las BPA son un conjunto de normas, principios y recomendaciones técnicas aplicadas a todas las
Etapas de la producción agropecuaria, que incluyen entre otros el Manejo Integrado de Plagas —MIP— y el Manejo Integrado del Cultivo —MIC—, cuyo objetivo es ofrecer un producto de elevada calidad y que no haga daño, con un mínimo impacto ambiental, con bienestar y seguridad para el consumidor y los trabajadores y que permita ofrecer un marco agropecuario sustentable, documentado y evaluable.

Las BPA se basa en seis principios que son Impulsados por el proyecto FAO/MANA:
_ La obtención de productos sanos que no representen riesgos para la salud de los consumidores.
_ La protección del medio ambiente.
_ El bienestar de los agricultores. Incluyendo la seguridad alimentaria.
_ La aplicación de tecnologías apropiadas.
_ El comercio justo.
_ La gestión de la comunidad.

                                                                                                                                         

§  Las BPA son un conjunto de normas, principios y recomendaciones técnicas aplicadas a las diversas etapas de la producción agropecuaria.
§  Las BPM son principios básicos y prácticas de higiene o normas, que se deben aplicar en la cadena de alimentos o sea desde el productor hasta llegar al consumidor.
§  Las BPA y las BPM se basan en tres principios básicos: La obtención de productos sanos, la protección del medio ambiente y el bienestar de los agricultores.
§   Las BPA y las BPM son una oportunidad para cuidar la salud humana, proteger el medio ambiente y mejorar nuestras condiciones de vida.
§  Las BPA y las BPM benefician a los productores, a los consumidores, a los comerciantes y a la población en general.
Hacer las cosas bien es el principio central de las BPA y de las BPM, dando garantía de ello con registros del proceso productivo, ya que son el principio de las cuentas claras.
§  Las BPA invitan a producir con calidad y seguridad.
§  Las cosas deben hacerse de la mejor manera posible en la producción, procesamiento y transporte de alimentos.
§  Por la importancia que tienen las BPA-BPM en el comercio mundial, en el cuidado del medio ambiente y el bienestar de los trabajadores, la FAO ha decidido difundirlas, capacitar y colaborar en su adopción, con un enfoque integral no basado en la certificación como objetivo central.

       


              
Buenas prácticas agrícolas en la producción de tomate. FAO 2008









PRODUCCION MÁS LIMPIA EN LA AGRICULTURA



Lo primero que se debe saber es que la Agricultura Limpia se puede considerar como una opción de vida, tanto para el planeta como para usted.

 Tanto así que se define como una forma de producción que va más allá, porque piensa tanto en el producto, como en el consumidor y en la tierra que brinda los alimentos. Fue reconocida, en el Encuentro Bio2001, por más de 100 empresarios como “la oportunidad comercial del futuro”.

Características de la Agricultura Limpia
 Las principales características de la agricultura ecológica son la posibilidad de cuidado y prolongación que se le brinda al medio ambiente y de igual forma, que los productos que ofrece son totalmente naturales, ya que poseen todos los nutrientes necesarios para el cuerpo humano, porque no se utilizan insumos químicos. En la producción sólo se hace uso de abonos orgánicos y se tiene un especial cuidado con la tierra por medio de la rotación de cultivos para evitar la erosión y el desgaste de los terrenos.

                     
La agricultura orgánica o ecológica supera las formas de producción tradicionales, las cuales se han caracterizado por deteriorar el medio ambiente debido a la utilización indiscriminada de químicos y, por lo mismo, sus productos no poseen los nutrientes suficientes para el bienestar del cuerpo humano.







BIENES Y SERVICIOS DE LA NATURALEZA EN LOS DIFERENTES ECOSISTEMAS AGROPECUARIOS

Los bienes naturales como el suelo, prestan un servicio intangible en términos económicos. Estos servicios sin valor comercial, tiene un valor  más importante que la sociedad debe apreciar. Qué pasaría si no se protege el suelo contra la erosión?
El impacto de la agricultura no es igual en todos los biomas. Por ejemplo si los pastizales de regiones con pocas precipitaciones pluviales se aran y se siembra trigo en ellos, inevitablemente surgirá un cuenco de polvo. Si la tierra se conserva como pastizal y es pastada con moderación, el suelo se mantendrá en su lugar, no se formará ningún cuenco de polvo, la tierra puede usarse económicamente un año y otro.
Al tener menor oferta de servicios ecológicos  se ven menos afectadas por la intervención agrícola o ganadera.
Estos bienes y servicios  presentan un único valor, la capacidad para producir alimentos, que al ser un servicio ecológico de provisión, puede estimarse su valor económico a través de su cotización en el mercado.   





                                              GRANJA INTEGRAL AUTOSOSTENIBLE

“Una Granja integral autosostenible, es una extensión mínima de tierra , entre 3 a 5 hectáreas, en donde se integran la producción de abonos orgánicos (lombri-compost, humus, acondicionadores biológicos), granos básicos (maíz, fríjol, arveja), crianza de especies menores de animales (cabras, conejos, gallinas), a la tecnología y busca la mejor utilidad de todos los recursos existentes dentro y alrededor del centro agropecuario, para proveer no solo de alimento, sino que a través de la venta de sus excedentes obtener ingresos y bienestar para sus asociados (trabajadores, aliados estratégicos, proveedores y socios).”

              
Dichas granjas se manejan con un plan de producción y conservación adecuado a las condiciones de cada productor, basado en varias actividades agrícolas, pecuarias y forestales que se conectan entre si y generan variedad de productos y beneficios.
Allí se complementan las diferentes actividades productivas con las especies domesticas y silvestres, se aprovecha la materia orgánica y la energía, logrando alta eficiencia de un proceso productivo que funciona con menor uso de insumos comprados.

               








upc-aguachica.edu.co/revista/agricultura limpia.

REFORMA AGRICOLA EN COLOMBIA


REFORMA AGRARIA EN COLOMBIA


La herencia de la conquista y la colonia son fundamentales para entender los hechos históricos que son considerados centro de la reforma agraria. En el punto clave encontramos que hoy en día están presentes y se encuentran como puntos comunes a los países latinoamericanos en el caso como el nuestro Colombia estructura de tenencia de la tierra como la hacienda y la plantación, que implican la dominación no solo de la propiedad, sino de las personas que habitan los territorios, por medio de figuras como la aparcería, el arrendamiento o la esclavitud, que se mantienen casi hasta nuestros días. Para comenzar es necesario incluir el proceso de las quintinadas . En donde peleaban por propiedades adquiridas o propiedades privadas por las tierras expropiadas ilegalmente. Desde el punto de vista de la estructura de tenencia de la tierra y de las formas de explotación del trabajo indígena en las haciendas (el terraje), existieron condiciones materiales que explicaban y justificaban la protesta indígena que encabezaba Manuel Quintín Lame.
                                                               
                          
 Este comprendió, como ningún otro indígena de su tiempo, la necesidad de organizar y movilizar a sus esclavos, como el mismo los solía llamar, para recuperar sus tierras y defender sus resguardos, aunque no pudo superar ni el caudillismo ni el legalismo típico de la política colombiana hoy en día resguardos indígenas no protegidos por las nacionalidades colombianas si no por instancias internacionales. Evidencias actualmente arraigadas en modelos de producción monopolios, El asesinato de Gaitán se convierte en el inicio de uno de los periodos más sangrientos de la historia colombiana: la “violencia”, que para Darío Fajardo es un momento histórico en el que las ideas de la “Asociación Patriótica Económica Nacional”, por la vía el conflicto liberal-conservador, por medio de la liquidación de las organizaciones campesinas e indígenas y la negación de sus conquistas. Según cifras de este autor, se produce el desplazamiento de unos dos millones de personas, el asesinato de cerca de doscientos mil campesinos y la apropiación de sus tierras para la expansión de cultivos de gran escala como la caña de azúcar y el algodón (FAJARDO; 2002). Y reforma tras reforma hoy en día influenciado bajo opresión narcoterrorista y política para beneficios de pocos pero no de los muchos los campesinos.
 Se mantiene la lógica de los conflictos latinoamericanos, es decir, las luchas por las formas de tenencia de la tierra entre las que se incluyen los latifundios y los territorios indígenas, las disputas por las formas de explotación del trabajo. Pero a estas dos lógicas de confrontación social se suma la de los procesos de colonización y el enfrentamiento que surge de estos procesos. La historia política y social de Colombia ha estado marcada por diversos enfrentamientos desde estas lógicas por casi toda la superficie del país, pero es claro que a estos procesos de enfrentamiento la respuesta estatal ha sido la de la violencia desmedida: la masacre de las bananeras, la operación Marquetalia y la conformación de los grupos de autodefensa como formas de control social y estrategia de construcción de latifundios. Por esta lógica de violencia es que en la discusión sobre la reforma agraria en el país debe incluir a todos los actores del conflicto armado. En el caso de los grupos paramilitares se debe dar un verdadero proceso de verdad, justicia y reparación que se construya sobre la base de un censo real de las tierras de las cuales se apoderaron por vía de la violencia y del control de poderes locales para la legalización de títulos de tenencia de la tierra. Hoy en día la reforma agraria de santos PND mitigar la producción interna y dársela a gobiernos extranjeros T.L.C donde han desencadenado estamentos nacionales para evaluar sectores de producción como fue AGRO INGRESO SEGURO 2002-2010 hoy en modificado por las formas de los tratados y convenios interinstitucionales.

Eumet.net




FINCA

Una finca, también denominada en Derecho fundo o predio es una propiedad inmueble que se compone de una porción delimitada de terreno.
                                                                                 
La delimitación, llamada linde, puede ser física, mediante vallas, mojones u otros sistemas, o simplemente jurídica, mediante la descripción en una escritura de propiedad.
La finca representa el bien inmueble por excelencia: la tierra. Ha tenido una gran importancia desde la antigüedad por su relevancia económica en las épocas previas a la industrialización, siendo el símbolo de riqueza y prosperidad. Por ello, la regulación de los bienes inmuebles ha sido muy extensa desde épocas muy antiguas.

Clasificación urbanística

Con la aparición de las normativas sobre regulación urbanística, se ha limitado la capacidad del propietario a la hora de utilizar los terrenos. Por ello, se ha diferenciado en muchos casos en función del destino que se le da a la finca, distinguiendo entre:
  • Fincas rústicas: aquellas destinadas a la agricultura, ganadería, etc.
  • Fincas industriales: destinadas a la construcción de zonas industriales y empresariales.
  • Fincas urbanas: con mucha mayor capacidad de construcción, normalmente son las de mayor valor económico y social para poder vivir felizmente.
  • Fincas agro turísticas.
El cambio de una clasificación se denomina calificación urbanística, y sólo puede llevarla a cabo la autoridad competente para el desarrollo de los planes urbanísticos.
Wikipedia Enciclopedia Libre





EL CLIMA, Y PISOS TERMICOS EN COLOMBIA

La posición astronómica de Colombia la sitúa dentro de la zona tropical. La orografía modifica las
Condiciones tropicales, pero no por eso deja de tener zonas o regiones con todas las características climáticas.

                                      

Pisos térmicos: el país se divide en zonas de acuerdo con su relieve topográfico que le brinda gran variedad de climas:

                    

·         Climas cálidos: situada hasta los 1.000 metros sobre el nivel del mar, su temperatura oscila entre 24 y 32 grados centígrados. Se cultiva ajonjolí, caña de azúcar, algodón.   El 72% del territorio pertenece a este clima. Se encuentran ciudades importantes como Cartagena, Santa Marta, Barranquilla, y otras.

·         Climas templados: alternados entre alturas que oscilan entre los 1.000 a 2.000 mts sobre el nivel del mar, con una temperaturas entre 18 a 24 grados centígrados. Se cultiva café, yuca, plátano, tabaco, algodón, maíz. Posee el 15% del territorio y se localizan ciudades como Ibagué, Medellín, Pereira, Cali, Bucaramanga, entre otras.

            

·         Climas fríos: regiones cuyas alturas están comprendidas entre los 2.000 y 3.000 mts sobre el nivel del mar; temperaturas entre los 8 a 18 grados centígrados. Se cultiva trigo, cebada, papa, maíz. Ciudades que se localizan en este piso: Bogotá, Tunja, Pasto, entre otras.

·         Clima paramuno: supera los 3.000 mts de altura sobre el nivel del mar; temperatura inferior a los 8 grados centígrados, y por lo rígido del clima su vegetación es exigua: su principal producto es el frailejón. No existen poblaciones fijas en estos sitios, algunas minorías dispersas.
            

·         Nieves perpetuas: superan los 3.800 mts sobre el nivel del mar, en el país existen varios nevados de gran interés turístico y geológico que a su vez son volcanes inhabitados.

            




ARANGO CANO JESUS- Geografía física y económica de Colombia. Editorial Antares 1955

Gran Diccionario Enciclopédico Universal. Editorial Prolibros. 1987